Londres y Fin

Aeropuerto de Gatwick -Londres-, Terminal Sur, 5.20 pm. En este contexto redacto el último post del blog, mientras esperamos que sea la hora de embarcar el vuelo hacia Argentina. Después de casi un año y medio será hora de instalarse nuevamente. Y de nuevo, cambiado.

Después del año en Australia y los más de 4 meses de experiencias, aventuras y hasta desafíos en el Sudeste Asiático, Nepal e India, vinimos 5 días a Londres. El impacto fue sorprendente, y la rapidez con la que uno se acostumbra a lo que funciona bien, también. 

Pero esta visita en Londres tuvo algunas diferencias con la primera, como por ejemplo:

• Es una ciudad genial y hermosa, pero no me llevo la misma impresión que la primera vez que vine. Tal vez porque en 2012 estuve por más tiempo, durante los Juegos Olímpicos, haciendo un curso... sentí que lo exprimí más, y por eso estaba en mi top 3 de capitales. Pero ahora me replanteo su posición.

• Descubrí que no es tan tan tan respetuosa de las normas y limpia como creía. Obviamente lo es si se compara con los países de América del Sur o del Sudeste... pero Sydney, por ejemplo, me parece que le gana. Incluso Tokyo. En Sydney es muy raro ver peatones que crucen con el semáforo en rojo, incluso aunque sean las 3 am y sea una calle desierta. En Londres eso no es raro.

• Nuevamente confirmo que, si se quiere, Londres es muy muy barato para comer -no en restaurantes, claro-. Y siendo dos, el costo por persona es aún menor. Muchas de las atracciones son gratis -museos principalmente-. Hay vuelos directos low-cost. Solamente queda resolver el tema del alojamiento y el transporte público -aunque hay alternativas tomando solo buses que no son tan caras-.

• Menos argentinos. Esta vez vi muchos menos argentinos en la calle. Aunque cuando fuimos a Apple y pedimos el ticket para el tax refund automáticamente nos preguntaron: "¿son argentinos?". Aparentemente, argentinos y brasileros van a montones a comprar celulares. Pues países aislados.

• Y la otra gran diferencia es el cambio en la cotización: la última vez que vine, una libra valía menos de 8 pesos. Hoy vale más de 54. "Pasaron cosas", como diría el responsable de la mayor parte de esta devaluación -y en solo poco más de 3 años-.

• Pero hay algo que no cambió: su colonialismo hacia Malvinas. En uno de los post de hace casi 8 años decía que faltaba que devuelvan las Malvinas para ser un país perfecto. Hoy digo que les falta eso y mucho más. 

Ya es hora de dejar Londres. De volver, renovado y con ganas. Y de ponerle mucho esfuerzo a recordar todo lo que aprendí en este año y medio. De estar agradecido por haber tenido la posibilidad, y por haberla tomado. Salir de la zona de comfort es difícil. Es menos difícil cuando es para viajar, al menos en mi caso... ahora el desafío es hacerlo al reinsertarse. 'Fresco', como dije a fines de 2012. Pero con esa meta.

Por último, agradecer a todos los que estuvieron leyendo, comentando acá, en Facebook, en Instagram, por Whatsapp... Si bien la idea principal era que las experiencias, pensamientos y anécdotas queden en un solo lugar para recordarlos -la memoria no es mi fuerte-, fue importante saber que del otro lado hay gente que, ya sea por entretenimiento o por cariño, estaba pendiente de estas historias. Espero que las hayan disfrutado. Yo disfruté contarlas, y sé que voy a disfrutar releer algunos post ocasionalmente, como aún hoy hago con los de la primera parte. 

Así que dicho todo esto, para el final voy a copiar el último párrafo del último post de la primera parte. Porque el blog merece cerrar con esa conclusión:

Habiéndome descargado y habiendo hecho un pequeño balance, creo que es momento de darle punto final a este viaje. Y por ende, a este blog. Publicar el post, apagar la netbook, tomar el tren al aeropuerto, y emprender el ansiado regreso a Argentina. Es hora de seguir dedicándose a otros planes, pero ahora con la certeza de que el que quiere, puede.