1 mar 2019

Taj Mahal + Rapsodia

Agra y Jaipur fueron las ciudades a las que fuimos después de Varanasi. Un resumen rápido sería Taj Mahal y Rapsodia, respectivamente.

Si bien en Agra hay bastante más que hacer, el Taj Mahal definitivamente se lleva todos los honores. Si bien fui sin mucha expectativa, esperando encontrarme con 'un edificio', en el mismo momento en que lo vi tuve una sensación parecida a cuando conocí la Torre Eiffel. Después de pasar por la muralla que protege el predio y cruzar una de las grandes puertas al parque, el Taj aparece de repente, reluciente. Su plataforma de mármol blanco y el reflejo sobre el agua hacen que parezca que está flotando en el aire.



Su historia es muy interesante... y como hay mucho mito alrededor, me pareció divertido comentar qué es verdad y qué es falso -según nos comentaron-.

La historia oficial es esta: Shah Jahan, desolado tras la trágica muerte de su esposa preferida en un parto en 1631, juró construir un monumento único en su memoria. Hizo venir a más de 20.000 trabajadores de India, Asia y Europa, que tardaron 20 años en construirlo.

Pero lo divertido son los mitos. Algunos son:
  • Después de terminar el Taj, Shah Jahan empezó a construir otro idéntico en mármol negro, para él, al otro lado del río. Y su hijo no quería quedarse sin herencia, por lo que lo mandó a encarcelar. Lo que es verdad que cuando Shah Jahan murió, su tumba se instaló en el interior del Taj, junto a la de su esposa. Y así se rompió la perfecta simetría del Taj. Una lástima.
  • El día que Mumtaz Mahal falleció, su pelo se hizo gris de la noche a la mañana. 
  • Como Shah Jahan creía que nadie podría construir un monumento a la altura de su dolor, hizo matar a la prometida del arquitecto persa encargo, para que se “ponga en su piel”. 
  • Y la más divertida: se dice que, una vez terminado, se les cortó las manos a todos los trabajadores para asegurarse de que no se haga otro monumento parecido.

Lo más lindo de Jaipur, un edificio con varias ventanas para que las mujeres del monarca
vean a la calle cada una desde su habitación. Girl power.

Y en Jaipur nos pasó lo contrario: encontramos pocas cosas interesantes para hacer. Pero lo curioso fue que, en la calle principal en la que están todos los locales, no escuchaban hablar en castellano y en al menos 4 ó 5 locales se entusiasmaron y nos empezaron a contar sus negocios con Argentina.

Todos nos hablaron en perfecto español. Dos de ellos nos dijeron que le vendían a Rapsodia. Nos mostraron un par de prendas -las más lindas del local, dignas de Rapsodia efectivamente- y nos preguntaron si hemos visto ese estilo. Le dijimos que sí, y nos preguntaron si era tan caro como algunos argentinos le han comentado. Cuando se enteró que lo que él vende ahí por 5 ó 6 USD en Argentina sale de 120 a 150 USD se quería morir.  

Otros dos vendedores nos contaron que exportaban 'a Once'. Uno de ellos nos mostró su Whatsapp, en el que escribió 'Argentina' y le aparecieron conversaciones con más de 40 personas. Increíble. Otro nos mostró orgulloso la tarjeta de un 'asesor de Macri' que lo visitó la semana pasada. Igual debo admitir que, de todos los lugares a los que fuimos hasta ahora, en Jaipur era donde tenían la ropa más linda. Parece que los argentinos tenemos buen gusto.

1 comentario:

  1. Impresionante el Taj Mahal y hermosa foto!!!, un diseño perfecto, hasta esta pensado ese punto de vista como para admirarlo por completo!!!

    Sorprendente lo de Jaipur y Rapsodia. Imagino que habrán hecho un par de contactos/amigos para importar ropa!!!! o traerán algunas valijas llenas!


    Ya están en la cuenta regresiva! ...a seguir disfrutando lo que queda!!!!

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