Islas Gili: el paraíso de Lombok

Armando el itinerario de viaje, encontramos que a un par de horas en ferry desde Bali se encuentran las tres pequeñas islas del post anterior. Primer dilema, cuál elegir. La "descripción" suele ser:

- Gili Trawangan: la isla más grande y con más fiesta

- Gili Meno: la isla más pequeña y con ambiente muy tranquilo... "para la Luna de Miel".

- Gili Air: la isla intermedia, con ambiente mochilero y de parejas que buscan relax.

Con esta información, decidimos pasar 5 días en Gili Air, y desde ahí conocer las dos restantes.

Cómo no nos íbamos a enamorar de este bungalow que da al mar.

Pero los planes cambiaron. 

Nos gustó tanto Gili Air y lo que conocimos de Gili Meno que decidimos alargar la estadía 2 días más para hospedarnos también en Gili Trawangan.

Vale destacar la forma en que se llega a estas islas: en el ferry público que demora alrededor de 5 hs, o en el fast boat de poco más de una hora. Optamos por la última opción, porque gracias al regateo lo conseguimos a solo un 20% más caro que el público (suele costar el doble).

Se lo conoce como el "Titanic del Siglo XXI". No por sus dimensiones ni por sus lujos, si no por los riesgos de estas empresas que se mandan a cruzar el mar a más de 100 km/h con botes muy muy pequeños. No apto para sensibles, porque te revolea por todos lados. Pero todo salió bien.

Si así se desembarca en lo que debería ser el puerto, imagínense el trayecto.

Breve mención también para lo más lindo de la semana: aprender a hacer snorkel. Más allá de poder ver tortugas marinas gigantes, peces de colores hermosos y hasta estatuas hundidas, finalmente entendí cómo usar el snorkel eficientemente -considerando que en Tailandia había aprendido que el cañito no había que hundirlo-. 

Además nos permitió conocer gente amorosa con la que compartimos dos bellos atardecederes.

Es la foto de más Carolo y noventosa que me he sacado, pero la única en la que estamos todos.

Y hoy, finalmente, volvimos a Bali. No nos recibió de la mejor manera. Llegamos al hostel reservado y nos recomiendan no hospedarnos "porque tuvieron una invasión de bed bugs". Salimos corriendo y encontramos rápidamente otro en frente. Limpio. O eso creemos, esta noche lo descubriremos.