11 nov 2018

Primera Estafa

Viajar por el sudeste asiático tiene sus riesgos. Aunque es posible prevenir algunos, nunca se va a evitar ser víctima de una ESTAFA.

Nosotros sufrimos una en el primer día en el sudeste. Precisamente en Bali, al cambiar dólares por la moneda local. Habiendo caminado lo suficiente por Kuta, decidimos volver a uno de los lugares que ofrecían el mejor cambio que habíamos visto hasta ese momento.

Entramos al lugar, pedimos cambiar USD 100, y el señor nos muestra en la calculadora el importe correcto (1.509.900). Nos da el primer millón para que lo chequeemos (20 billetes). Todo perfecto, lo apoyamos en el mostrador. Luego el otro medio millón. Mientras lo contábamos, él agarra el primer millón para contarlo de nuevo, y nos pide cambio para darnos el saldo (9.900). Busco en mi billetera, le doy y él agrega un billete al pilón -que se supone ya era la suma del primer millón y del otro medio-.

Nos agradece sonriente. Hasta nos hace “chocar los 5”. Salimos felices, pensando en el buen negocio que hicimos (porque era un cambio bueno comparando con el aeropuerto y lo que habíamos visto, aunque luego encontramos uno más alejado que era incluso mejor).

Horas después, llegamos al hotel. Al momento de contar la plata que había en la billetera, encontramos poco menos de un millón. Descontando lo que habíamos gastado, nos dimos cuenta que el medio millón nunca lo sumó. Indudablemente hizo magia y, con habilidad y técnicas de distracción, nos terminó robando lo equivalente a:
⁃ 4 noches de hospedaje en una habitación doble, o
⁃ 5 cenas para dos personas en un lindo restaurante, o
⁃ 6 horas de masajes, o
⁃ 22 porrones de cerveza, o
⁃ 50 jugos de frutas naturales.

Al darnos cuenta, bajamos a la recepción del hotel a contar lo que nos había pasado. Preguntamos si es algo que se solía hacer y si podía ser peligroso ir a reclamar. Parecieron sorprendidos y nos dijeron que podíamos intentarlo.

Fuimos. Sin acusar para no terminar en una zanja, pero con la esperanza de recuperar algo.

El lugar de los hechos. No se ve muy oficial (?).

Nos atiende un señor distinto. Le dijimos que les debe haber quedado medio millón acá “por error”. Al principio lo negó y se hizo el sorprendido. Apretamos un poco más. Deja 200.000 arriba de la mesa y dice “good for me, good for you”.

Siendo conscientes que no íbamos a poder recuperar todo, le pido 100.000 más. “Sé que no presté suficiente atención, y por eso acepto que te quedes con 200.000 míos”. Me los dio y nos fuimos. 

Creo que podríamos haber recuperado un poco más, pero no valía la pena correr ese riesgo. Recuperar más de la mitad fue suficiente. Finalmente perdimos 13 dólares, pero nos sirvió para recordar lo atento que hay que estar cuando se es turista en el Sudeste asiático. De todas maneras, es probable que las estafas continúen.

7 comentarios:

  1. Menos mal que volvieron! Por el honor Argento! Y que bueno que mantuvieron la calma! Menos mal qué pasó al principio del viaje para estar más Atentos!!!! Evidentemente chantas hay en todo el mundo!!!!

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  2. Los seguiré en todo el viaje!!!! Me encanta este blog!
    Con los que les paso.... tengan mucho cuidado... nosotros somos suramericanos... a tener desconfianza de todo! Desafortunadamente o afortunadamente sabemos como funciona! Un abrazo fuerte y los sigo.... buen viento y buena mar! ��������

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  3. En cualquier lugar....cocodrilo que se duerme es cartera...��

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  4. Ohhh, es obvio que a nosotras nos habrán cagado guita al roletee jajajajaja.

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  5. A nosotras en el norte argentino nos dijeron 1 pulsera por 3 o 2 x10...”dame 2x10 mejor!!!!” Nos robaron por peñotudas jajaja

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