27 ene 2019

Orientales vs. Occidentales

Este post podría ser más de los de la primera parte del blog, pero como en el Sudeste Asiático conocemos turistas occidentales y orientales casi que en igual proporción, vale destacar algunas diferencias entre ellos.


Desde ya que son generalizaciones y siempre siempre hay excepciones. En algunos casos contradicciones. Ni hablar que dentro de los orientales hay grandes diferencias: no es lo mismo Japón que China ni Corea que Tailandia -y eso que ya soy experto en coreanos-. Lo mismo pasa en los occidentales: europeos y americanos, principalmente, tienen GRANDES diferencias. Pero vale generalizar para hacerlo más divertido. 


Entonces, en términos generales, se podría decir que los orientales:
  • Regatean más, y mucho más intensamente. Parecen expertos. Sin embargo, también gastan más. A veces parece contradictorio verlos cenando en lugares que cobran 30 veces más caro el cubierto y después negociando por 10 minutos para tomarse el taxi.
  • Hablan muy poco inglés, prácticamente nada. Pero lo gracioso es que cuando no saben cómo decir algo, empiezan a hablar su idioma directamente. "We went and thật tuyệt vời và chúng". WTF. Por suerte algunos hablan a través del traductor de su celular y, aunque incómodo, uno puede comunicarse.
  • Y también suelen viajar más de grandes. Diría que el 90% de los orientales viaja cuando tiene más de 40 años. 
  • Creo que como consecuencia de estas dos cosas -nivel de idioma más factor generacional- van a todos lados en grupo. Literalmente siempre son más de 20, yendo atrás de un guía que les habla por micrófono en su idioma. Muxa paz.

  • Sumado a esto, exclaman ante todo. Son geniales los ruidos que hacen. Van a un mirador, se empiezan a acercar a la vista y es un "ohhhhhh" continuo y grupal. Ven una luguna, lo mismo. Les llega comida o se tiran por la tirolesa, igual. Como que están programados para eso.
  • Hablando de comida, comen todo el tiempo. Más allá de los desayunos, almuerzos y cenas, los ves siempre comiendo las cosas que venden en los mercados, ferias o puestitos. Igual es siempre básicamente lo mismo -arroz- y por eso son tan flacos.
  • Si bien pueden ser intensos y son un tema particular en las reviews -literalmente cuando googleás te avisan cuántos asiáticos en los lugares hay para que sepas qué esperar- tienen un límite: van hasta lo famoso, solo al lugar turístico en sí y no hacen nada que requiera esfuerzo. Para que se entienda: si vas a un parque que tiene una catarata, ellos van hasta la base de la catarata y se matan a selfies ahí. Luego suben a sus carritos y vuelven. En los alrededores de las cataratas, en los trekkings que suele haber alrededor, y hasta en las cataratas que están un poquito más alejadas y son más lindas, ya no están. Es increíble cómo por un momento te ves rodeado de asiáticos pero si caminás 5-10 minutos más, quedan solo occidentales.
  • Duermen en lugares lindos: la mayoría se hospeda en hoteles bastante aceptables. Es raro encontrarse con ellos en hostels.  
  • Excepto los de un país oriental que no voy a nombrar, en general son más arreglados. Se producen, maquillan, y combinan a su estilo con mucha dedicación. Ni hablar que siempre se cuidan para que el sol no los haga ser menos blancos.

En consecuencia, el intercambio cultural tanto con las costumbres locales donde uno está como con los turistas con los que uno comparte gran parte del tiempo exige mucha paciencia. No es fácil no poder comunicarse en situaciones donde uno necesita consultar algo y nadie habla inglés, o haber estado esperando para sacar una foto y que de la nada venga un grupo a 'tirarse' a sacar selfies en el lugar, interrumpiendo el orden que se había armado. Pero cuando se trabajan y superan esas diferencias, uno empieza a notar cómo este intercambio también enriquece mucho.


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