17 ene 2019

Vientián: sorpresas en Laos

Nos tenía que tocar. Finalmente uno de los viajes en micro fue parecido a las 'pesadillas' que habíamos leído. No fue TAN grave al lado de lo que cuenta la gente en los blogs, pero las 16 hs se transformaron en 23 hs, todo porque hacía más de delivery que de transporte de personas: transportaba cajas y bolsas de mercadería, por lo que cada pocos minutos paraba para cargar/descargar. 

Y después de esta foto siguió subiendo gente...

Demasiado para un micro que iba explotado de gente, acostada en los pasillos y amontonados adelante. Por suerte nosotros teníamos nuestras camas asignadas -camas literal-. Otro tema fue la comida: para almorzar paró en un lugar que preferí saltear -tenía Oreos de sobra, precavido- y la cena fue rarísima: un "tenedor libre por mesa". Es decir una mesa redonda con distintas fuentes de comida y lugar para 8 personas. Te sentabas a compartir esas comidas con el resto. Lo único que comí fue arroz y un poquito de omelette. Las carnes eran muy picantes, duras y grasosas. No quería correr el riesgo de comer perro -NADIE hablaba inglés-.  

Lo positivo: viajamos con dos hermanas coreanas, y la mayor es un personaje. Muy graciosa y divertida. Nos la encontramos a los 2 días en Vientián, y ahora estamos juntos en Vang Vieng. País chico... 


Poco conocíamos de Laos. Solo sabíamos que es bastante más caro que sus países vecinos, y que su capital está a unos pocos metros de Tailandia ya que las separa el río Mekong. Pero al llegar descubrimos que aparentemente Laos es famoso por dos cuestiones que nos sorprendieron:

Esto también me sorprendió: la tierra es roja. Pero no roja como en el Norte. 
Es roja que parece polvo de ladrillo. En todos lados.

1- Por tener la capital más tranquila del mundo: es increíble el contraste con Vietnam, y ni hablar con Tailandia. No se escuchan bocinazos continuos, ni la ciudad es una ramificación interminable. Vientián es más bien una ciudad chica, prolija, y bastante limpia y ordenada para los estándares del SEA. No pudimos creerlo cuando en un par de esquinas los vehículos nos dejaban el paso. Estábamos tan acostumbrados a correr entre las motos que nos sentimos en Suiza...

2- Por ser el país más bombardeado del mundo per cápita en la historia: durante la guerra entre EEUU y Vietnam, recibieron más de 2 millones de toneladas de bombas. Pero lo más grave es que alrededor de 80 millones de bombas fallaron en detonar y se encuentran dispersas por el país, enterradas muchas veces. Explotan cuando se trabaja la tierra, cuando se cocina cerca, o cuando los niños juegan con ellas sin saber que son bombas. De hecho desde que terminó la guerra se produjeron explosiones que causaron más de 20.000 muertes -de los cuales 9.000 eran niños-. Se estima que en 3 años van a terminar de "limpiar" los terrenos -tarea que va a haber llevado casi 40 años-.

Réplica de las bombas que caían sobre Laos.

Y ahora sí, habiendo aprendido eso es momento de empezar a ir hacia el norte y conocer un poco de la belleza natural que aparentemente también los caracteriza. 

Hoy llegamos a Vang Vieng, famoso por el tubing. Veremos si nos animamos. Mientras tanto hay que tener cuidado con algo que nos advirtió un chico inglés ni bien llegamos a Laos: de noche, los perros atacan. Hay que caminar con palos porque los perros suelen estar en las puertas de las propiedades y muerden a los que caminan por el frente. En la capital no nos dio esa impresión. Ahora que estamos en el interior caminaremos poco de noche y bien por el medio de la calle... Vacuna contra la rabia ya te siento.


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