Holando-argentina

Aunque el título del post pareciera demostrar lo contrario, no voy a hablar de ese tipo de vacas. Tampoco de Máxima (¿?). Si no que voy a exponer los motivos que me llevaron a pensar en unas pocas horas que Holanda es, de los países que estuve hasta ahora, el que más se parece a Argentina. Hay que considerar que es el primer país de los del continente europeo puramente ‘occidental’ en el que estoy  y que a esta conclusión llegué después de un ‘pantallazo’ por parte de la capital. Pero creo que las siguientes características me permiten afirmar esto que digo.

Busqué en Google cómo eran estas vacas. Y parecen ser las normales.

Para empezar me gustaría decir que vi entre 12 y 15 restaurantes de comida argentina (asado) en las primeras 6 ó 7 horas de caminata. Y solo en la ‘ciudad vieja’ (unas 10 manzanas). Hay más locales de comida argentina que todos los de fast-food (McDonalds, Burger, Starbuck, Subway, KFC, Pizza Hut, etc) juntos. De hecho, hay una cadena que se llama ‘Argentina Grill’ (vi al menos 4 ó 5 locales) que es la cadena más grande de esta ‘ciudad vieja’ (la parte más turística). O sea que hay más ‘Argentina Grill’ que McDonalds.

Al caminar con el buzo de la selección, en tres de estos restaurantes me hablaron: eran de España (los empleados). Haciéndome el simpático les decía que no comía ahí (porque son de los que están afuera y te presionan para que comas en el restaurante) porque es caro: no voy a pagar entre 12 y 15 euros para comer (uno me dice: ‘bife de 200 gr., papas fritas, ensalada y gaseosa por 14 euros’). La verdad es que no es caro. Pero sí para mi viaje. Esperaré a España para ver si consigo algo más barato (habrá carritos tipo los de la Costanera?).

Por lejos, el más barato que encontré.

Sumado a eso, me volví a sentir en Argentina al entrar al supermercado. Parecerá algo estúpido, pero es el primer lugar en el que las cosas están distribuidas en un orden lógico (al menos con la lógica a la que fui acostumbrado) y que no tienen cosas extremadamente raras. Ese supermercado lo podés llevar a cualquier parte de Buenos Aires sin modificarle nada y pasaría desapercibido. En cambio los de los otros países son bastante distintos. Y el supermercado es un lugar fundamental a esta altura del viaje (lástima que el hostel en el que estoy no tiene cocina, heladera ni microondas, porque la comida hecha es realmente barata).

También la gente es parecida a Argentina. No voy a entrar en detalle porque analizar ‘la gente’ de Argentina podría ser controversial y cada uno tendrá su opinión. Pero la gente de Holanda se destaca en Europa por su tolerancia (palabra que el hombre del walking tour repitió entre veinticinco y cuarenta veces). Y yo creo que, al menos en Sudamérica, nosotros también nos destacamos por eso (de hecho en Chile nos lo hicieron notar específicamente). Con tolerancia no me refiero al comportamiento de la gente en un subte ni a la situación política de algunos sectores de hoy en día según me entero (lo aclaro para que no me ataquen), si no que está relacionado con el grado de ‘apertura mental’ a minorías. Y ahí, tanto nosotros como ellos, nos destacamos. Al menos en mi opinión (basada en una legislación históricamente progresista, política hacia la inmigración, libertad de expresión de todos los grupos, defensa de las minorías, etc).

En las cosas más superficiales puede ser que la influencia de Máxima haya pesado. Al preguntarle al guía (español) si Máxima era tan querida como se dice que es me responde:

-     - No es querida, es idolatrada. De hecho, la prefieren a ella y no a la Reina. Lo que tiene es que se supo destacar haciendo cosas ‘populares’, como ir con otras madres a sacarles los piojos a los chicos de la escuela o enojarse con el chofer de su auto cuando lastimó a un fotógrafo. La gente la ve muy cercana, y por eso la aman.

Con cosas superficiales me refiero, por ejemplo, a lo que se puede apreciar en esta foto: las camisetas de nuestra selección están a la entrada del local e, incluso, por delante de las camisetas holandesas (las de la selección local). Acá por ahí también tiene peso Messi, no sé… 

Truchísimas. Pero el precio acompaña.

Otra cosa superficial son los locales de la calle: tienen la misma música de fondo y hasta el tipo de perfume que suelen tener en Argentina. En otros lugares eran bastante diferentes, pero acá me sentí en Florida y Corrientes (aunque un poco más pintoresco y más caro, jaja).

Y bueno, como conclusión, este país me tiene realmente sorprendido. Pienso que, igualmente, sería mejor sin ciclistas: es realmente molesta su bocinita y su mala onda con los turistas. Son los dueños de la calle y lo saben. Tienen prioridad en todos lados, y hay que respetarla. Si no, te pisan sin ningún problema (y van a una velocidad de entre 30 y 40 km/h). Podrían ser, justamente, más tolerantes.

Finalmente, una última coincidencia: también en Holanda hay olor a marihuana en las plazas. 

Como en Argentina.