De Argentina para el mundo

En Estonia me pasó lo mismo que me había pasado con una serbia en Londres y con una rusa en Escocia. Cuando digo que soy argentino se me ponen a hablar de cuánto aman a las telenovelas argentinas.

Increíble pero real. Facundo Arana y Natalia Oreiro son héroes nacionales ('Muñeca Brava' parece que la rompió). Y 'Rebelde Way' fue el tema de conversación de la secundaria de estos muchachos ('la mirábamos todos, hombres y mujeres' aclaran). La rusa pidió para su cumpleaños entradas para ir a verlos pero no las pudo conseguir, uno de los fracasos de su vida.

Hacen un análisis tan profundo (y la serbia hasta sabe español gracias a nuestras telenovelas) que una de las estonias me dijo:

- El que ahora está en todas las novelas (Sebastián Estevanez) no me gusta mucho, actúa siempre igual.

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Estonia me recibió con lluvia, frío y cinco personas que no sabían hablar inglés. Todavía agradezco haber llegado al hostel, la intuición fue clave. Por otro lado, el no entender me ayudó a no pagar el tram (1,6 euros). La conductora trataba que la entienda (me hablaba en estonio, imposible) hasta que se cansó y me hizo gestos que baje y no pague (acá se paga al bajar).

Salió bien. Por lo que vi abajo de la lluvia (igual salí a caminar un par de horas) es realmente bello. Ya habrá fotos y comentarios. Mientras tanto pienso si vale la pena o no hacer un viaje de un día a Helsinki, Finlandia.

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Habiendo pasado apenas más de un mes del viaje, solo voy a decir que además de extrañar a lo imaginable (Juampi, familia, amigos, almuerzos en Molinos, quinta, etc.) extraño cosas del día a día tales como:

- Desayunar con los títulos de TN (tengo que canalizar mi parte gorila).

- Nombres de calles/estaciones como: Monroe, Libertador, Lacroze (qué lindo suenan!).

- Dulce de leche (no paro de preguntarme cómo hay tanta gente en el mundo que sobrevive sin comerlo... seguro que es porque no lo probaron).

(y hasta extraño un poco la Universidad, pero esa parte nerd es mejor no decirla).