Polonia, y nada más!

Haberme quedado cinco días en Varsovia ('una barbaridad' según la mayoría de los viajeros) estuvo bien pensado porque en el medio había un evento fundamental: la Copa Davis. Antes de hablar sobre Polonia quiero decir que no estoy tan triste por el resultado porque, al menos, no me voy a perder otra final. Y para los que critican a Delpo solo les digo que no se olviden de cómo perdimos el segundo partido del viernes (así tienen más odio para evacuar). Esa es la maldita memoria que tenemos los argentinos (y con esto me refiero a toda índole).

Adentrándonos en Varsovia, ciudad de la que se destruyó más del 85% durante la Segunda Guerra Mundial (ahora todo reconstruido), solo puedo decir que es maravillosa. La historia, literalmente, se siente en las calles:

Caminando por las calles te encontrás con cosas como estas.

Uno de los días los dediqué a hacer la 'ruta de los judíos'. Siete horas caminando por los suburbios de la ciudad, conociendo distintos aspectos de las atrocidades que acá pasaron, entre ellos ghettos, campos de concentración, etc. Indigna, sorprende. Pero creo que al menos estoy más ¿preparado? para ir a Berlin. Veremos qué se siente allá. Decido no profundizar en esto en el blog para no aburrir, pero por fotos traté de captar la atmósfera.

En cuanto a personalidades locales el ex Papa (Juan Pablo II) es como el Maradona argentino: es el 'símbolo' del país que más se conoce en el exterior. Pero ellos están aún más orgullosos de otro personaje: Chopin, el cual me hizo pasar vergüenza. ¿Por qué?


El primer día, después de hacer el walking tour, me acerco para preguntarle al guía si había algún museo cerca de donde estábamos (no quería estar mucho tiempo porque, justamente, empezaba la Davis) y me dice: 'sí, el de Chopin'.

Me hice el interesado (ya había visto muchas cosas de él por la ciudad, me intriga saber quién era) y le pregunté dónde estaba. Voy hasta el museo y lo noté un poco raro: claramente no era de historia. Automáticamente, mi interés bajó sustancialmente. Me acerco a la recepción y, siendo muy caradura, pregunto:

- El museo es sobre la vida de Chopin? -tratando de ver qué carajo había hecho en su vida este muchaho.
- Sí -me responde muy seca la mujer.
- Ah, y quién fue Chopin? -replico.


La cara de la mujer fue de pánico. Debo ser el primer turista que pregunta eso. Es como ir en Argentina a un museo de Maradona y decir 'y quién fue Maradona?'.

- Un famoso pianista -responde asombrada la mujer.
- Ah, gracias- le dije mientras me iba del museo.

Claro que me fui sin pensarlo un segundo.

Ese mismo día llegó al hostel un portugués simpático, pero que a la noche dejó de serlo: increíble los ronquidos. Yo jamás tengo problemas para dormir (llega gente ebria al cuarto a la madrugada y yo no me entero, por ejemplo), pero en las cuatro noches logró despertarme dos veces. Y lo peor es que no eran constantes, si no que cambiaban de ritmo, de sonido y de frecuencia todo el tiempo. Imposible acostumbrarse. Traté de grabarlo con el celular anoche pero no pude, creo que tenía tapado el micrófono justamente. Hubiera sido muy divertido compartir eso!

Cambiando de tema sustancialmente de nuevo en este post, quiero comentar que llegué a la conclusión después de estar en varios países que las monedas 'caras' parecen 'baratas'. Por ejemplo, en Rusia me parecía todo caro y en Letonia todo barato. Es por el tema de los cambios. No deja de ser un tema de hacer la conversión y ya, pero psicológicamente no es lo mismo que el almuerzo en Subway te salga 3 zlots ó 180 rubas. Y eso incentiva al consumo. Al menos a mí (hasta que hacés la conversión y caés en la realidad que en realidad sí es lo mismo).
Si para formentar el consumo en Argentina (?) proponemos a Kicillof que le saque un nuevo cero a la economía? Creo que no es momento para eso, no?

Y, por último y para los que me preguntan por la música, esta es la canción que no para de sonar en ninguno de los países. Finalmente pude conseguirla! Es muy divertida..