Personajes de trenes europeos

Quería esperar a tener más experiencia en trenes para poder afirmar, ahora con toda seguridad, que lo que se cree de los 'trenes europeos' es un gran mito. Primero, no son tan baratos como se cree. Esto se une a lo segundo, que no son tan buenos como se dice. 

Claramente lo uno está relacionado con lo otro (?). Tenés la opción de los trenes divinos, pero son carísimos (tuve la suerte de probarlos de Madrid a Toledo porque conseguí 50% de descuento y terminó siendo la forma más barata de ir). Más allá de esto, los trenes más baratos (que no son tan baratos como los geniales micros) dejan bastante que desear. No es por ser exquisito ni mucho menos, pero no son cómodos para viajar.

  Tren que me tomé en Budapest para llegar a Serbia.

Y menos para viajar de noche 'en asiento'. Obviamente la opción que elijo dentro de los trenes más baratos es la ubicación más barata. Si eligiera cama, litera o algo así probablemente mi recuerdo sería mejor, pero el presupuesto no lo permite. El tema es que la ubicación más barata es un lugar así, que describo luego de la foto:

No daba que esté en la foto pero fue la forma de sacar foto para que se entienda el espacio.

Es un cubículo de un metro y medio de largo por un metro de ancho. Y no exagero... 'lo medí'. ¿Cómo hice? Me acosté en el piso (el tren estaba casi vacío cuando subí, 40 minutos antes de la salida) y me sobraba la cabeza y un poco más. En fin... en ese espacio hay 3 butacas enfrentadas a otras 3 butacas. Por ende, el espacio entre cada butaca enfrentada es de alrededor de 50 cm. O sea que en los 50 cm de ancho a lo largo de un metro y medio terminará habiendo 12 piernas (?). Y eso es un problema cuando calzás 45...

Sin entrar en un análisis profundo quiero detallar lo bueno (+) y lo malo (-) de viajar en micros, comparándolo con los trenes. Ya verán por qué prefiero tanto más los micros:

+ Son más baratos.

+ Suelen tener mejores horarios de llegada/salida.

- Las estaciones de micros suelen estar más alejadas que las de trenes.

+ No paran tantas veces como los trenes (mejor para dormir).

- Las estaciones de trenes suelen tener más servicios que las de micros.

+ Asientos más cómodos para dormir.

- En los trenes podés pararte, caminar, estirar las piernas.

+ No tenés a tres personas exactamente de frente a centímetros de distancia.

+ Más lugar para las piernas.

+ Tenés menos riesgo de 'pasarte' si viajás en micro que si viajás en tren.

Lo divertido en los trenes es la 'relación' que se forma con las personas con las que se comparten tantas horas (incómodas) de viaje. Para esto, voy a ejemplificar con los personajes que me tocaron en este último viaje, de Budapest a Belgrado. A continuación, los lugares:

Perdón por usar Excel para esto también pero para herramientas informáticas gráficas soy horrible

Descripción de cada uno de los personajes según orden de llegada al cubículo (hacía tanto frío afuera que yo me subí ni bien pude, así que fui el primero en llegar).

Músico: Abre la puerta, me mira, le digo 'hi', responde y se sienta. Serbio, 26-27 años, camarero en cruceros a México, yendo a Serbia a pasar sus vacaciones con familia y amigos. Desde ese momento hasta el final (unas ocho horas) tuvo puesto al menos uno de sus auriculares. Fue el último en integrarse a nuestra conversación, y todo gracias a la oficinista que supo integrarlo. Los minutos en los que estuvimos los dos solos (los primeros) no hubo más conversación que el saludo, miró para el pasillo todo el tiempo. Y yo escribía mails.

Oficinista: 'Les molesta si me siento acá?' dijo mientras abría la puerta una chica de 23-24 años, bajita, bien vestida y demasiado perfumada. Terminó siendo la que unió 'al grupo', y especialmente a mí, ya que era la que más manejaba el inglés. Serbia, oficinista en StudentAgency (compañía de micros que usé en dos viajes). Me usó de encuestado sobre la compañía, haciéndome entre 15 y 20 preguntas sobre el servicio, con el que yo estuve más que conforme.

Rubia (grupo): Llegó junto con Simpática y Gracioso. Aparentaba unos 28-30 años, serbia. No sé más de ella porque lo único que hizo fue dormir y refunfuñar (?).

Simpática: Serbia de alrededor de 50 años, bajita, no sé la profesión, tía de Gracioso. Apenas hablaba unas palabras en inglés pero a través de Oficinista nos comunicamos. Muy interesada en las costumbres de Argentina. Junto con sus compañeros (Rubia y Gracioso) se bajaron dos paradas antes, en otra ciudad de Serbia, a unos 40 minutos de Belgrado.

Gracioso: No más de 32-33 años, serbio, mucha onda para tratar de hacerse entender en inglés. Junto con Oficinista, los 'líderes' del grupo (los dos que más hablaban ambos idiomas). Volvía con sus compañeros de pasar unas vacaciones por Hungría. Fue el que cuando dije que era argentino tiró un comentario en serbio que todos se rieron. Me cayó muy mal en ese momento por no entenderlo, pero con el correr de las horas me di cuenta que siempre hizo comentarios graciosos de distintas cosas y nunca ofendiendo. Espero que haya hecho lo mismo conmigo. Me preguntó todo sobre Maradona y Messi.

Bandera del país de lo' muchacho'.

Si habrán prestado atención, todos mis acompañantes eran de Serbia. Por lo que corrían con una ventaja: poder comunicarse entre ellos sin que yo los entendiera. A pesar de eso, Oficinista y Gracioso hablaron bastante conmigo. Más de lo que hubiera deseado, tal vez. La idea era aprovechar la noche para dormir, sabiendo el día largo que iba a tener al otro día.

Pero la Oficinista estaba aburrida, no tenía ganas de dormir o algo así y alrededor de las 2 am sacó una lata de cerveza de la mochila y se puso a hablar sin parar hasta la llegada (6.15 am). Me sorprendió que alrededor de las 3 am Músico también se abrió una lata de cerveza. Como en su casa eh. Yo con galletitas de chocolate, claro.

Finalmente quedamos Oficinista, Músico y yo (Rubia, Simpática y Gracioso se bajaron alrededor de las 5.30 am). Me dieron un par de consejos sobre la ciudad, la comida, intercambiamos Facebooks, y como con todos en este viaje llegó el momento de despedirlos después de tantas horas, sabiendo que probablemente nunca más los vuelva a ver. Pero habiendo aprovechado el haberlos conocido.